Bioseguridad en tu plantel de aves

En lo que respecta a la producción tanto industrial o menor escala, cualquier práctica de higiene o seguridad que se implementa en tales plantes avícolas son con el fin de reducir el riesgo de vectores (biológicos y mecánicos), provenientes de fuentes externas a tu área de producción, entre tus distintos lugares de etapas de producción e incluso entre distintos lotes o galpones de tu actividad avícola. No solo es impedir el ingreso de enfermedades, sino además el bloqueo a transmisiones dentro de todos tus planteles de aves.

Tú como granjero debes tomar decisiones y elaborar protocolos de trabajo como planes de contingencia para prevenir la entrada de enfermedades y potenciales problemas de salud para tus aves y personal de trabajo involucrado.

El estándar de bioseguridad comienza desde tu criterio como productor, no implicando un gasto económico muy grande. Luego comenzar con implementar un estándar de seguridad mínimo establecido por los reglamentos otorgados por los distintos organismos estatales para la producción de alimento mediante animales (en este caso aves). Todos avalados bajo un marco legal que se debe acatar. Para completar tus normas de bioseguridad, debes incorporar los requerimientos especifico que exige el sector al cual estas dirigido.

Los principios básicos que resguardan las medidas de bioseguridad se puede simplificar en:

- Mantener a tus aves en condiciones óptimas, respetando las 5 libertades de bienestar animal.

- Control del ingreso a personas, vehículos, insumos y productos utilizados en todos los procesos de producción. Además de mantener un control de animales externos y de plagas.

Para mayor información, y entender cómo opera el marco de Bioseguridad en Chile, es una buena opción mantenerse actualizado e informado con los manuales otorgados por el Servicio Agrícola y Ganadero sobre el tema de Bioseguridad:

http://www.sag.cl/ambitos-de-accion/programa-de-bioseguridad-en-planteles-de-aves-comerciales-y-en-la-agricultura-familiar-campesina-afc

Apartándonos de la seguridad correspondiente a la producción y su manejo, hay un factor que siempre ha conllevado mayor riesgo debido a la desinformación de personas ajenas al proceso;  el factor humano.

Como personas, debemos tener en cuenta que nosotros somos uno de los mayores riesgos por ser potenciales portadores de enfermedades hacia las granjas. Particularmente en nuestra ropa, zapatos, cuerpo en general y vehículos que usamos. Es indispensable tener una preocupación constante sobre la higienización de nuestro personal y sobre todo de visitas.

En este caso, recordar siempre integrar los protocolos de trabajo con registros permanentes y el respeto de las condiciones de trabajo. Ejemplos básicos de estos cuidados pueden ser:

- Utilizar portones de ingreso, firmas de datos y desinfección del medio exterior a tus granjas.
- Trabajadores y visitantes siempre deben utilizar ropa otorgada por la empresa y nunca la que utilizan fuera de la granja.
- Limpieza de zapatos, manos y material al ingreso de cada unidad de producción de trabajo.
- Movimientos de vehículos deben ser mínimos al interior de granjas, además de su lavado al inicio y termino de uso.

La bioseguridad en granjas avícolas como hemos resumido, conlleva una gran gama de estrategias y tácticas de producción que integradas en su totalidad (Aves, factor humano, infraestructura, etc.), que permiten lograr tu potencial productivo máximo. Esto siempre será un proceso de mejora continua con el cual lograremos minimizar el impacto negativo de nuestra producción, proteger la sanidad de nuestras aves y la higiene de las personas que nos rodea. La invitación es que te mantengas informado y atento a todos los cambios actuales.

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